No puede ser, esta ciudad es de mentira.
No puede ser que las palmeras se doblen
a acariciar la crin de los caballos,
y los ojos de las putas sean tiernos
como los de una Venus de Lucas Cranach.
No puede ser,esta ciudad es de mentira.
No puede ser que nadie sienta rubor de mi
pereza y los suspiros me entusiasmen
tanto como los hurras, y pueda escupir
con inocencia y alegría, no ya en el retrato
sino en un señor.No puede ser que cada
azotea con antenas encuentre al fin su
rayo justiciero y puntual y los suicidas
miren el abismo y se arrojen como desde
un recuerdo a una piscina.
No puede ser,esta ciudad es de mentira.
No puede ser que las brujas sonrían a
quemarropa y que mi insomnio cruja
como un hueso, y el subjefe y el jefe
de policía lloren como un sauce y un
cocodrilo respectivamente,no puede ser
que yo esté corrigiendo las pruebas
de mi propio elogiosísimo obituario,
y la ambulancia avance sin hacerse notar
y las campanas suenen sólo como campanas.
No puede ser,esta ciudad es de mentira.
O es de verdad y entonces está bien
que me encierren.
No hay comentarios:
Publicar un comentario