La fiebre de un sábado azul, y un domingo
sin tristezas, esquivas a tu corazón y
destrozas tu cabeza,y en tu voz, solo
un palido adiós, y el reloj en tu puño
marcó las 3,el sueño de un sol y de
un mar y una vida peligrosa,cambiando
lo amargo por miel y la gris ciudad por rosas.
Te hace bien, tanto como hace mal,
te hace odiar, tanto como querer y más.
Cambiaste de tiempo y de amor,
y de música y de ideas,cambiaste de
sexo y de Dios,de color y de fronteras.
Pero en sí nada más cambiará,
y un sensual abandono vendrá,y el fin.
Y llevas el caño a tu sien, apretando bien
las muelas,y cierras los ojos y ves
todo el mar en primavera, bang! bang!
bang! hojas muertas que caen siempre igual.
Los que no pueden más,se van.
No hay comentarios:
Publicar un comentario