Hermano cuerpo estás cansado desde
el cerebro a la misericordia,
del paladar al valle del deseo,
cuando me dices: alma ayúdame,
siento que me conmuevo hasta el agobio,
que el mismísimo aire es vulnerable.
Hermano cuerpo has trabajado a
músculo y a estómago y a nervios a
riñones y a bronquios y a diafragma
cuando me dices:alma ayúdame,sé que
estás condenado: eres materia,y la
materia tiende a desfibrarse.
Hermano cuerpo te conozco,fui
huésped y anfitrión de tus dolores,
modesta rampa de tu sexo ávido,
cuando me pides: alma ayúdame,
siento que el frío me envilece,
que se me van la magia y la dulzura
Eres fugaz,coyuntural,efímero,instantáneo
tras un jadeo acabarás inmóvil.
Y yo que normalmente soy la vida,
me quedaré abrazada a tus huesitos
incapaz de ser alma sin tus vísceras.
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