Clara dice que está bien
que a ella le vale
con llevar hasta buen puerto
sus pequeños desastres.
Pero siempre está tan sola,
y con ese temblor en su boca.
Jose gasta su dinero
en lo que la ciudad le ofrece.
Quiere lucir y brillar,
ser un diamante demente.
Cada día nace el rock
en sus ojos de nieve.
Qué extraño estar precisamente así
cuando todo es como hielo:
quebradizo y transparente.
Fácil es ver que Javier
habita un mundo aparte
incluso en el tanatorio
no dejaba de burlarse.
Lleva meses sin trabajo,
duerme en casa de sus padres.
Todos se fijan en Eva
y ella busca el amor perfecto.
A veces cree encontrarlo
al mirarse en los espejos.
Habla tan, tan lento.
Su voz flota tan lejos.
Qué extraño estar,precisamente, así.
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