el horizonte, fuera de mi control.
Y no sé bien a qué responde esta
extraña mutación que mi corazón conoce.
Justo cuando ando perdido,
las desgracias no llegan solas,
como si estuviera escrito.
Pero en las distancias cortas
me crezco ante el peligro, sé que
cambiarán las cosas.Siempre estamos con
lo mismo,bailando con el enemigo.
Y si al borde del abismo, mejor.
Partida de dados en el almacén,
miradas atentas se empujan.La sinceridad,
enemiga del ganador,dilata
el pasado,y el porvenir.
Cuando el huracán de noche lo arrasó
todo, tu carita al despertar,era
como de perplejidad. Y es que como los
erizos, ya sabéis,los hombres, un día
sintieron sufriry quisieron compartirlo.
Entonces se inventaron el
amor,el resultado fue,ya sabéis.
Como en los erizos.Los Coronas – Hacha de guerra
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