En la primera guerra meridional
sé que soñaste conmigo,
estaba pensando en invitarte a cenar
y me pegaron un tiro.
La vuelta ciclista del 63
no la llegó a acabar nadie.
John Fitzgerald Kennedy quería saludar
y eligió un descapotable.
El record Guiness de escalar tu balcón
no me duró ni una semana,
un equilibrista utilizó el ascensor
y no contó como trampa.
Un seductor pidió la jubilación
porque se había enamorado,
y yo me pegunto: ¿es pronto para decir
qué haremos sin Marlon Brando?
Ya nadie llama a los tranvías deseo.
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