Te buscaré mucho más allá de lo que exige
el tiempo y dormiré en cualquier lugar, con
quien me deje hacerlo. Besaré todas las bocas
intentando demostrar que sólo existe una.
Y en mi delirio arrastraré todas las cosas buenas
hasta fundirlas en papel, y hacer que den la vuelta.
Enroscarte en una idea hasta verte agua, no
dibujarte, tal vez tratar de emborronarte,
imaginarte hacia delante, recuperarte en
cualquier parte, dilucidar qué es importante,
lo que mi furia considera indispensable. Y en
el fragor de la batalla poder ponerte cualquier
cara y en fin, decir que estoy seguro que el pasado
no te alcanza. Te inventaré, te inventaré en
cualquier mirada, cualquier gesto,
cualquier cama, te inventaré cada mañana.
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